martes, 4 de diciembre de 2007

La felicidad absoluta existe

El sábado nació Dylan y sí, fue la experiencia más intensa de mi vida. Siento que mi vida no hubiera sido plena si no hubiese vivido este momento. Ya sé que la Tierra es un planetita muy pequeño en la inmensidad del cosmos aparentemente desprovisto de otro tipo de vida y que sucesos como éste no alteran el orden del Universo, pero hoy me siento un poco dios, habiendo planeado y creado una vida.
Y todo esto ha sido posible gracias a Lía, la mujer más increíble que he conocido nunca y que tuve la suerte de conseguir que se enamorara de mí. Con ella todo es más fácil, todo es más humano, más real y a la vez más idílico.
Ahora lloro de felicidad como nunca antes lo había hecho, porque tengo todo lo que podría haber deseado, y todo se lo debo a ella.
Gracias amor mío.